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Los diferentes tipos de cartas de Tarot son representaciones diferentes de los mismos arquetipos, cambia la ilustración pero no el contenido. En el fondo, siguen el mismo modelo básico.
En efecto, las distintas barajas de Tarot presentan diferencias en sus dibujos y en algunos elementos simbólicos, pero el motivo que los inspira, el arquetipo o concepto que quiere transmitir, es idéntico.
Por ejemplo, el Arcano IV es El Faraón en Tarot Egipcio, mientras que en Rider, Marsella, Cósmico, etc. se llama El Emperador, en el Tarot del Rey Arturo, vemos a Arturo mismo; pero la idea del padre, gobierno, control y orden, está en todos ellos.
Por ello las diferencias entre las diferentes barajas de Tarot son sólo externas. Detrás del arcano está el mismo arquetipo. Cambian las imágenes, pero los significados se mantienen de un diseño a otro.
Hoy en día hay gran cantidad de barajas de Tarot distintas y cada día se lanzan nuevos diseños al mercado. Esto hace que no podamos saber cuántas barajas de Tarot distintas hay en un momento dado.
Básicamente todas son iguales, la baraja que mejor le vaya a una persona depende de sus preferencias personales y afinidades.
